Un poema poemoso,
que es muy canoso,
porque lo escribió un oso,
hace muchos días.
Un poema poemoso,
húmedo y mugroso,
porque era un domingo lluvioso,
y nada lo cubría.
Un poema poemoso,
arrugado y borroso,
porque lo tiraron a un foso,
pensando que ya no valía.
Alberto Santín